Abro la puerta. Menudo placer me produce el ambiente frio de este lugar. Fuera tiene que hacer 40º sin exagerar.
Contemplo a la fauna que me rodea. Si, me miran todos como si hubiera irrumpido en su manada. Hmm! sentirme por encima de todos ellos unido al olor que emana por cada esquina de este lugar, evoca en mi un placer imposible de describir.
Encuentro un hueco que parece haber estado esperandome. Tomo asiento con mucha tranquilidad, pues ya no tengo ninguna prisa. Estoy entusiasmada y espectante. Fijo mi mirada en aquella camarera de pelo oscuro, figura esbelta, cintura estrexa,que infinidad de cosas se podria hacer con ella. Mirala como sabe explotar sus encantos con esa forma de caminar. Con toda la tonteria no me he dado cuenta de que viene hacia mi. Qué ojos mas hipnotizantes tiene, y esos pechos que...
ehh, si? que qué voy a tomar?...
Se aleja, pero se que pronto volverá. Lástima que su momento de gloria haya concluido.
Aquí viene otra vez. Ella ya no me interesa, ya puede venir completamente desnuda que no me inmutaría lo mas minimo.
Oh! si! ven con mamá.Llevo toda la semana esperandote. Solo mirarlo ya es placentero. Que plato más delicioso, ese brounie que parece un volcán de chocolate que nunca acaba y esa perfecta bola de helado de dulce de leche, que cuanto más la comes mas exquisita está, y todo ello con el toque del caramelo fundido.
Hmm! se me hace la boca agua. Cojo la cuchara e introduzco esa droga dulce en mi boca. Cierro los ojos, centro todos mis sentidos en uno solo, el gusto. Desearía que este momento nunca tuviera fin. Ese sabor, el frescor, el tacto con mi lengua me produce tal orgasmo que en este momento no me importaría condenar mi alma al diablo si me promete que esto nunca acabará.
Al salir de aquel prostíbulo del sabor miro el tiquet como siempre acostumbro hacer. Pero esta vez no solo estaba la cuenta.
666 455 6** Samanta
Encuentro un hueco que parece haber estado esperandome. Tomo asiento con mucha tranquilidad, pues ya no tengo ninguna prisa. Estoy entusiasmada y espectante. Fijo mi mirada en aquella camarera de pelo oscuro, figura esbelta, cintura estrexa,que infinidad de cosas se podria hacer con ella. Mirala como sabe explotar sus encantos con esa forma de caminar. Con toda la tonteria no me he dado cuenta de que viene hacia mi. Qué ojos mas hipnotizantes tiene, y esos pechos que...
ehh, si? que qué voy a tomar?...
Se aleja, pero se que pronto volverá. Lástima que su momento de gloria haya concluido.
Aquí viene otra vez. Ella ya no me interesa, ya puede venir completamente desnuda que no me inmutaría lo mas minimo.
Oh! si! ven con mamá.Llevo toda la semana esperandote. Solo mirarlo ya es placentero. Que plato más delicioso, ese brounie que parece un volcán de chocolate que nunca acaba y esa perfecta bola de helado de dulce de leche, que cuanto más la comes mas exquisita está, y todo ello con el toque del caramelo fundido.
Hmm! se me hace la boca agua. Cojo la cuchara e introduzco esa droga dulce en mi boca. Cierro los ojos, centro todos mis sentidos en uno solo, el gusto. Desearía que este momento nunca tuviera fin. Ese sabor, el frescor, el tacto con mi lengua me produce tal orgasmo que en este momento no me importaría condenar mi alma al diablo si me promete que esto nunca acabará.
Al salir de aquel prostíbulo del sabor miro el tiquet como siempre acostumbro hacer. Pero esta vez no solo estaba la cuenta.
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